Día terrible, lleno de gloria,
Lleno de sangre, lleno de horror,¡Nunca te ocultes a la memoria
De aquel que tenga patria y honor!
Este es el día en que con voz tirana
«¡Ya sois esclavos!» la ambición gritó;
Y el noble pueblo, que le oyó indignado,
«¡Muertos, sí», dijo, «pero esclavos, no!»
El hueco bronce, asolador del mundo,
Al vil decreto se escuchó tronar;
Mas el puñal, que a los tiranos turba,
¡Aun más tremendo comenzó a brillar!
Esos que veis que maniatados llevan
Al bello Prado, que el placer formó,Son los primeros corazones grandes
En que su fuego libertad prendió.
Vedlos cuan firmes a la muerte marchan,
Y el noble ejemplo de morir nos dan;
¡Sus cuerpos yacen en sangrienta pira!
¡Sus almas libres al Empíreo van!
Por mil heridas sus abiertos pechos
Oíd cual gritan con horrenda voz:
«¡Venganza, hermanos, y la madre España
Nunca sea presa de invasor feroz!»
Entre las sombras de tan triste noche
Este gemido se escuchó vagar:
Gozad en paz, ¡oh, del suplicio gloria!
¡Aun brazos quedan que os sabrán vengar!
Juan Bautista Arriaza