13 nov 2014

NUNCA ME ABANDONES...

- Despierta ¡eh! Despierta
- ¿qué pasa?¿qué...?¿quién eres? ¿qué haces en mi cuarto?
- Tranquila. Soy tu ángel de la guarda.
-¿mi qué? Pues no tienes pinta  de ángel.
-A ver si te crees que a los fascistas os asignan un ángel convencional, guapa.
-No sé... de no ser por las alas y la aureola... qué quieres que te diga... vas más tatuada que yo. Y estás un poco hecha polvo.
-¿y qué esperabas, bonita?¿tú sabes la vida que me has dado? Peleas, carreras, cargas policiales, persecuciones, asaltos, contramanifestaciones... Y pensar que cuando me asignaron a una chica creí que me iba a aburrir...Pfffff... Inocente...
-Bueno, también habrás tenido vacaciones alguna vez. Que no siempre he salido de rositas, perdona.
-¿Estás de broma?¿vacaciones?¿qué es eso? Yo nunca me separo de tu vera. Claro que a veces has cobrado y te han roto la cara. Y da gracias a que sólo te has llevado algunos puntos y el cuerpo molido. Porque me he empleado a fondo, que si no, no lo cuentas. Que en más de una te ha faltado bien poco. ¿Te acuerdas en el 96, aquella panda de sharperos?¿y la noche que os salieron 100 antifas de aquella ocupa?¿y la vez que estuvo a punto de engancharos una turba en Vallecas?¿y cuando casi te apuñalan en el metro?¿y el día que...?
-Vale, vale. Que no tenemos toda la noche. Me queda claro. ¿No estarás aquí para convencerme de que cambie de vida y sea como los demás? Porque lo siento mucho, pero eso es imposible...
-¡Qué va! Ni se me ocurre. Si ya sé que no tienes remedio. Y además, allí arriba estamos todos de vuestra parte ¿qué te crees?
-Pues Dios a veces lo disimula bastante, no es por nada.
- Calla, calla. Que contento le tienes. El día que tengas que rendir cuentas, vas a tener que explicarle unas cuantas cosas, porque no eres precisamente una santa.
-Ya lo sé. Pero estoy segura de que Él me entenderá. Está todo controlado.
-Ya, bueno. Eso espero. Porque si después de lo que me está costando tu escolta, resulta que vas al infierno, apaga y vámonos.
-Oye, ¿tú puedes ver a todos los que ya no están con nosotros?
-Claro. Ellos también os cuidan.
-Por favor, diles que aquí no les olvidamos. Que les echamos mucho de menos y que son nuestro orgullo.
-Ya lo saben. Pero tranqui, yo se lo digo.
-Si no has venido para hacerme cambiar, ¿por qué me has despertado?
-Na, para desahogarme un poco. Si total, mañana pensarás que todo ha sido un sueño...
-Vale, pues hasta mañana entonces, que tengo que madrugar.
-Hasta mañana... ¡Ah! Y ya que vas a seguir en el mismo plan, ¿podías por lo menos dejar de conducir como una loca?
-Mmmhmmm...
-Vale, guay. Hazte la dormida. Vaya tela.
-Oye, muchas gracias por estar siempre ahí... nunca me abandones...
-Ya sabes: "ni de noche, ni de día"

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.