21 ago 2013

Verdad, creación y osadía

Bien sabe aquel o aquella que ha osado y osa imponerse a las estructuras y mentalidad establecidas, los extremos que puede llegar a tocar la represión llevada a cabo por este putrefacto sistema que quiere seguir en la cúspide del lucro de la masa, deforme en su sentido social, aniquilante en el sentido espiritual y existencial.
Nos obligan a creer que la Patria no existe para poder simplificarnos en meros individuos, sin hogar ni apoyo histórico, sin un punto de partida, un burdo código de barras más dentro de eso que ellos llaman "mayoría social".
 Consiguen así que no tengamos una meta hacía la cual mirar, nada que nos guie, nada que nos impulse a mejorar.
 Eliminan todo atisbo de voluntad y superación, de conquista, de revancha, de combate ante el enemigo e invasor.
 Nos merman, nos destruyen, creyendo que nunca es el momento de disfrutar de cosas tan naturales como la paternidad. No dudan en esclavizar otras razas convirtiéndolas  en mero conjunto armamentístico con un objetivo fijo. Los animan a multiplicarse, a mezclarse, a perder su total identidad, dando ejemplo de una extrema raciófobia, haciéndoles creer que disfrutan de ayudas por aquí y por allá y por simple y santa caridad. ¿O cuándo habéis oído que un estado democrático ayude a la maternidad, promulgue leyes para animar al pueblo europeo a seguir constituyendo su propio futuro? Todos, por el contrario gritan por la legalización de asesinatos libres, martilleando consignas como el "sí, al aborto libre y gratuito".
  Y a pesar de todo este adoctrinamiento que ya lleva poniéndose en práctica desde que los "malos" perdimos la guerra, seguimos estando aquí, nosotros, los que no hemos aceptado seguir sus pautas, los que no queremos abandonarnos al conformismo, por que nos resulta infame callarse, infame cerrar los ojos y quedarnos inermes mientras nuestro pueblo sufre en la pobreza. Es tan fácil como querer abrir los ojos, dejar de susurrar en nuestra mente sus incansables consignas, impartidas en la tele del circo y el pan o en sus didácticos manuales de la farsa y la tragicomedia. Ver la hipocresía de sus esbirros, los ultra izquierdistas, antifascistas, grupúsculos de mercenarios sin moral, que ensucian el nombre de la libertad, negando el derecho a querer a los nuestros, a defenderlos, a enfrentarnos a aquello que poco a poco nos mata. Qué nadie se atreva a pisotear lo que te ofrece la fuerza, la creación, la valerosa defensa de un ideal que tanto se esfuerzan en criminalizar y erradicar. Entiende sus objetivos, analiza sus tácticas y piensa por ti mismo utilizando la objetividad.
 Nosotros no creemos en falsas consignas con gracioso golpe rítmico, no cederemos ante amenazas y agresiones por que sabemos que siempre los que elegimos ser libres seremos perseguidos. Y que mejor metáfora que la de avanzar contra viento y marea, por que por desgracia estamos tan oprimidos, tan rodeados de grilletes y espinas que cuesta avanzar.
 Sí, cuesta pero no es imposible ya que, con cada paso que damos, con cada gota de sangre que perdemos en el camino, avanzamos eligiendo solos, manteniéndonos cada vez más firmes y erguidos, cada vez más furiosos por el crimen cometido contra nuestra raza. ¡Convicción, unidad, osadía y voluntad son las armas que nos toca portar, por que no cederemos, por que nunca dimos ni tan solo un paso atrás!
¿Y tú? ¿qué eliges? ¿ser esclavo y cobarde o disentir ante lo impuesto y defender la verdad?

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