12 oct 2013

Raza

Todas las naciones tienen sus peculiaridades. Cada pueblo tiene sus rasgos distintivos. Pero los españoles nos llevamos la palma.
Los españoles tenemos una Historia de la que ningún otro país puede presumir. Nuestros antepasados fueron capaces de tales hazañas, que los niños españoles no necesitarían superheroes, con conocer las gestas que hicieron inmortales a sus abuelos, habría sido más que suficiente. Y sin embargo, no sólo no conocen nuestra Historia, sino que se les enseña a estar acomplejados por ser españoles. Y así pasa lo que pasa: resulta que hay españoles que no quieren serlo. Y ser un traidor no tiene ninguna gracia, pero en el caso de estos miserables, su ridículo es tan esperpentico que da hasta risa.
Porque hay que ser un imbécil redomado para renegar de la sangre que heredamos de los celtas y los iberos. Pueblos que se lo pusieron tan difícil a los romanos, que tardaron siglos en derrotarlos. Pueblos que cuando se veían vencidos, prendian una hoguera colosal y se arrojaban todos al fuego, desde el más anciano al más niño. Pueblos a cuya obstinación debemos el calendario que llevamos 2000 años utilizando.
Hay que ser un perfecto idiota para despreciar el sacrificio de aquellos que lucharon durante 800 años contra el islam. El único pueblo capaz de expulsar a los siervos de alá de nuestro suelo. 800 años de batallas, de milagros, y de más obstinación por no caer vencidos.
Hay que ser muy tonto para olvidarse de que nuestra sangre es la sangre de los Héroes que conquistaton medio mundo. Que exploraron, navegaron, pelearon y se dejaron la vida en tierras desconocidas y terribles. La sangre de españoles a los que movía tal sed de gloria que no retrocedieron ante rios, desiertos, junglas, canibales, hambre ni enfermedades, y que consiguieron grabar para siempre su nombre en la eternidad.
Hay que ser muy payaso para renegar de los Héroes españoles que pelearon contra turcos, ingleses, franceses, suecos, marroquies,... contra todo el mundo. Renegar de los Héroes que saltaron a las calles un 2 de Mayo, de los Héroes que se mantuvieron tercos y valientes en Filipinas, los que llegaron cantando a Rusia y plantaron cara al demonio soviético.
Hay que ser muy cretino para no estar orgulloso de Velázquez, Murillo, Sorolla, Ribera, Goya,... de San Isidoro, santa Teresa, Calderón, Garcilaso, Cervantes, Quevedo, Lope de Vega, Ortega, Machado,... de Isaac Peral, los hermanos de la Cierva, Ramón y Cajal,... de nuestras catedrales, nuestros castillos, nuestros monumentos...
La belleza de las mujeres españolas es tan célebre como su mala leche, y el carácter alegre, aventurero y noble de los españoles es conocido universalmente. Hasta nuestra gastronomía es probablemente la mejor del mundo.
En definitiva, hay que ser un patético rascanalgas para ser español y no estar orgulloso de ello.

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