Ya se nos ha olvidado hace tiempo.
Pero España ha sido el país más católico del mundo. Más católico que Francia, Italia
y el Vaticano. Más católico que el Papa. Cuando otros prestaban dinero, puertos
y armas al moro, nosotros seguíamos plantándole cara. Aunque estuviéramos solos
contra todos. Aunque fuera necesario saquear Roma para que el Papa espabilase. Los
más católicos. Y los más temidos.
A nosotros se nos apareció
Santiago Matamoros, como un trueno, cuando pensábamos que estaba todo perdido. San
Isidro nos guió entre barrancos para sorprender a los Almohades. Gonzalo de
Berceo nos contó cómo la Virgen señalaba a los judíos malvados en Toledo. La
Virgen Inmaculada congeló un río entero en una sola noche para que la infantería
española marchara, en silencio, sobre el hielo, y escarmentara al hereje. Nosotros
hemos tenido un Rey Santo, capaz de vengar las afrentas del asesino Almanzor. La
Virgen de los Milagros acompañó a Hernán cortés y a otros 500 españoles en
Otumba, y les ayudó a vencer a 40.000 Mexicas. A nosotros nos ha protegido la
Virgen del Pilar frente a musulmanes y franceses. La Virgen de la Victoria de
Lepanto, la Virgen del Carmen, la Virgen Candelaria, el Cristo de la Legión,…
Nuestro escudo portaba un águila en recuerdo de San Juan, porque éramos un país
católico. Y durante siglos, en nuestra bandera lucía flamante un aspa, que no
era otra que la Cruz de San Andrés.
Todos los pueblos españoles
tienen una iglesia, una Virgen y un Cristo. Todas las Vírgenes de España representan
la feminidad, la maternidad, el espíritu de sacrificio y la fortaleza. Y los
soldados españoles, capaces de doblegar imperios enteros, se arrodillaban ante
la imagen de una mujer con un bebé en brazos.
Hoy lo normal es despreciar lo
católico. Hasta algunos patriotas despotrican contra la Fe de nuestros abuelos,
de nuestros antepasados, de nuestros Héroes. Nadie puede influir en las
creencias de nadie, pero eso no significa que se pueda faltar al respeto. Porque
si alguno de esos anticatólicos tuviera que rendir cuentas ante Pizarro, Muñoz
Grandes o Agustina de Aragón, es probable que, como poco, se llevaran dos
collejas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.