"A ti fiel camarada, que padeces
el cerco del olvido atormentado.
A ti que gimes sin oír al lado
aquella voz segura de otras veces.
Te envío mi dolor. Si desfalleces
del acoso de todos y cansado,
ves tu afán como un verso malogrado,
bebamos juntos en las mismas heces.
En tu propio solar quedaste fuera.
Del orbe de tus sueños hacen criba.
Pero allí donde estés, cree y espera.
El cielo es limpio, y en sus bordes liba
claros vinos del alba. Primavera.
Pon arriba tus ojos. Siempre arriba."
Ángel María Pascual
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