Si vis pacem, para bellum

  Esta frase, por contradictoria que pueda parecer, refleja nuestra sociedad, desde los primeros tiempos de Hispania, hasta la actualidad. El problema es que se han sucedido periodos de tiempo en los que la gente, por continuar con esa mal llamada comodidad, ha olvidado nuestros orígenes guerreros, y por consiguiente, nuestro poder de lucha, de sacrificio y nuestros ancestrales valores. Un buen ejemplo es el tiempo en el que vivimos, en el que por fin la gente empieza a despertar, (después, eso sí, de que no nos quede otro remedio), a fuerza de empujar a ancianos al suicidio, de desterrar a familias de sus hogares al frío suelo de la calle, y de mil barbaridades más con las que tenemos que tragar a diario. Y quien crea que esto podrá solucionarse confiando en una absurda democracia, intentando dialogar con un sistema que nos desprecia, o como se suele oír por ahí; “esperando a que esto pase”…está muy equivocado, esto sólo se arreglará luchando. Y si no, evoquemos a nuestros abuelos y bisabuelos para preguntarles cómo consiguieron frenar la entrada del comunismo en Europa, a don Pelayo para que nos cuente con cuanta amabilidad estuvieron dispuestos los moros a abandonar nuestras tierras, preguntemos a esas mujeres y niños del 2 de Mayo porqué no dialogaron con los franceses en lugar de arrojarles calderos de agua hirviendo, o a Cervantes si perdió la movilidad de su mano en vano, luchando en Lepanto. En ninguno de nuestros episodios aparece un largo tiempo de espera ante un problema tan grave como el que estamos sufriendo. Por todos es sabido que nuestra gente pasó hambre durante las guerras y después de ellas, pero si ya la estamos pasando…¿Qué será de nosotros después, cuando decidamos ponernos en marcha para frenar esta situación?

  Me gustaría citar otra frase que nos hará recordar que siempre, todo lo que hacemos lo hacemos por nuestros hijos, por un futuro mejor, y que si nos ven luchar hoy, mañana esos valores les serán transmitidos a sus hijos también.

      "Si radix sancta, et rami"  (si es santa la raíz, también las ramas)